El Camino del Salvador

El Camino del Salvador resulta crucial a la hora de abordar la relación de Asturias con las rutas jacobeas. Debemos regresar al año 1075, momento en el cual el rey Alfonso VI procedió a la apertura del Arca Santa y salieron a la luz las reliquias que durante varios siglos habían reposado en su interior. El valor del descubrimiento, debido, fundamentalmente, al cariz simbólico del Santo Sudario, no sólo hizo que Oviedo/Uviéu reforzara su condición de punto de salida para todos aquellos que peregrinaban a Santiago: también propició que la capital asturiana se convirtiese en centro de peregrinación por sus propios méritos. Se hizo célebre, en los remotos tiempos del Medievo, una estrofa popular que ejemplifica bien la importancia de este trayecto y que aún hoy recitan muchos de quienes llegan a Asturias siguiendo las huellas que conducen al sepulcro del apóstol:

Quien va a Santiago
y no va al Salvador
visita al criado
y olvida al Señor.

El Camino del Salvador surge, así, como un desvío del Camino Francés que permitía a quienes lo tomaban entroncar con el Camino Primitivo si así lo deseaban, pero también proponía un final de ruta con pleno sentido por sí mismo.

Llanos de Somerón
Ubicación: Llanos de Somerón
Autor: Pelayo Lacazette

En este sentido y en las recomendaciones que hacemos desde Bicigrino pensando en los ciclistas es una posibilidad y un planteamiento a tener en cuenta para quienes realicen el camino Francés a su paso por la ciudad de León tomar este desvío y visitando Oviedo/Uviéu y luego por el Camino Primitivo o el de la Costa acceder a Santiago de Compostela. Sin duda será un magnifico broche de oro para un recorrido de largo recorrido.

También comenzar el camino de Santiago en bicicleta en León y realizar este trayecto puede ser una excelente opción para hacer un viaje cicloturista de altísimo nivel por su singular belleza.

Otra posibilidad podría ser hacer este recorrido de retorno desde Santiago mismo en sentido inverso.  En la antigüedad los peregrinos cuando llegaban a Compostela no retornaban a sus casas como hacemos en la actualidad en bus, tren, avión; sino que lo mismo que eran peregrinos en la ida, también lo eran en la vuelta pues tenían que desandar su camino para retornar a sus hogares.  La esencia de estas tiendas recónditas y apartadas de las montañas de Asturias aunque vayamos pedaleando sobre modernas máquinas del siglo XXI nos van a transportar a un viaje introspectivo que nos hará retroceder en el tiempo.  Si realmente no te quieres perder una gran aventura deberías considerar estos caminos.


Pasos en la montaña

La ruta que conduce de León a Oviedo/Uviéu es, fundamentalmente, una ruta de alta montaña. Si bien el mayor escollo, en sentido ascendente, se encuentra en la vertiente leonesa, la parte asturiana del recorrido no desmerece en lo que se refiere a la orografía.

El ascenso al puerto de Pajares de exigentes rampas quizás muchos prefieran realizarlo por asfalto, aún así será una subida impresionantemente bella por los parajes por los que transitaremos y el vertiginoso descenso por la vertiente asturiana será un regalo para los sentidos. Así pues, aunque lo más exigente, el ascenso al puerto de Pajares, haya quedado atrás, una vez en el valle Asturiano entraremos en un recorrido de sube y baja con importantes repechos. Las subidas a Chanos de Somerón/ Llanos de Somerón, El Padrún o Picullanza/Pico de Lanza y La Manxoya/Manjoya

-desde donde se cuenta que los antiguos romeros exclamaban «¡Mi Dios!» al ver dibujarse sobre el horizonte la torre de la catedral- requieren un buen estado de forma. A cambio, el itinerario regalará unos parajes de belleza majestuosa, especialmente a medida que se va descendiendo de Payares/Pajares, y propone un trayecto singular por la cuenca minera que sigue el curso de los ríos Lena y Caudal y deja a la vista algún que otro resto de arqueología industrial.


Vestigios del pasado

Bajo la vieja estación de ferrocarril de Pajares, suspendida entre la niebla en un paisaje casi inverosímil, se inicia una ruta en la que no quedan demasiadas huellas medievales. La primera, sin embargo, reviste una gran importancia. La iglesia de Santa Cristina de Lena, construida durante la época de la Monarquía Asturiana y adscrita al periodo ramirense, es uno de los edificios prerrománicos más paradigmáticos de Asturias.

Ello se debe a la elegancia de sus formas y, sobre todo, al soberbio iconostasis que la caracteriza y hace de ella una visita irrenunciable. En el tramo que va de La Pola/Pola de Lena -donde está la casa natal del poeta Vital Aza- hasta Mieres del Camín/Mieres, merece una visita la iglesia de Santa Eulaliade Ujo, que conserva una portada y un ábside románicos. A unos pocos kilómetros, en La Rebollá, existió una hospedería y el templo parroquial aún conserva unos cuantos canecillos de traza románica. A los pies del pueblo, y como curiosidad, se encuentra un pequeño cementerio protestante donde reposan los restos de Numa Guilhou, fundador de la Fábrica de Mieres.

La fuente barroca de los Llocos es otro lugar donde vale la pena detenerse antes de desembocar en Olloniego/Lluniego, localidad que, inevitablemente, llama la atención por su puente románico y el conjunto que conforman el torreón y el castillo, levantados también en época medieval. El Camino concluye en la catedral de Oviedo/Uviéu, cuya Cámara Santa marca el final definitivo del viaje.

** El texto publicado en este articulo está inspirado en la siguiente publicación :
Camino de Santiago – Asturias
SOCIEDAD PÚBLICA DE GESTIÓN Y PROMOCIÓN TURÍSTICA Y
CULTURAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, SAU