Finisterre
El camino de Santiago como su nombre indica finaliza en la catedral de Santiago de Compostela, pero ya desde la antigüedad muchos peregrinos continuaban camino y llegaban a la costa da morte más concretamente al cabo de Finisterre o final del mundo conocido. Hubo mucho tiempo en nuestra civilización en el que se creyó que el mundo acababa en dicho lugar y que mar adentro había un abismo al que iban a parar las almas de los muertos. De ahí el nombre de «costa da morte» (costa de la muerte) y de ahí el topónimo de lugar «Finisterre» (el fin de la tierra). Los peregrinos llegaran a sus costas para quemar las ropas en sus playas en señal de purificación y desde entonces hasta ahora no hay nada más gratificante que ver morir el sol desde uno de sus acantilados.
Cuando se llega a Santiago haciendo el camino, da igual por que camino hayamos llegado, si por el francés, si por la vía de la plata, si por el camino del norte … , muchos se sienten atraídos con la posibilidad de continuar hasta Finisterre y la primera sensación que se te viene a la cabeza es que como hemos conseguido nuestro reto y nuestro propósito de realizar el camino nos podemos permitir la licencia y «el regalo» de acercarnos a Finisterre. Que nos podemos permitir el lujo de ir bien seguro que lo tendremos bien merecido y si podemos alargar la ruta mejor que mejor, pero que sea un regalo es más bien un error. El camino es bastante duro, quebrado con constantes pendientes arriba y abajo y no está tan bien señalizado como por ejemplo el camino Francés. No será fácil llegar y tendremos que echar «el resto» para conseguirlo pero sin duda el esfuerzo bien valdrá la pena.
El camino comienza en la mismísima plaza del Obradoiro y para tomar las primeras flechas deberemos bajar por la calle en pendiente que comienza justo delante de la fachada del Hostal de los reyes Católicos, se trata de la «RUA DAS HORTAS» y desde allí ya iremos siguiendo el trazado que nos alejará de Santiago por zonas residenciales y de chalets, aunque no tardaremos en sumergirnos en frondosos bosques de eucaliptos al poco de salir de la ciudad.
Lo lógico es realizar este camino en dos jornadas, usando el primer día de pedaleo para acercarnos lo más que nos sea posible y el segundo día para llegar a Finisterre hacia el mediodía y así tener tiempo suficiente de acomodarnos, visitar el faro y buscar posiciones para ver la puesta de sol y poner punto y final a nuestro camino.
La etapa más lógica yendo en bicicleta para el primer día por distancia y por otros muchos condicionantes es SANTIAGO – OLVEIROA, en esta pequeña aldea hay un magnifico albergue donde nos será relativamente fácil conseguir plaza y también en el pueblo está el encantador y entrañable restaurante de AS PIAS donde podremos degustar a precios muy económicos suculentos platos de la zona, en AS PIAS también hay alojamiento en habitaciones dobles e individuales siendo uno de los lugares de mejor acogida de todos los caminos, al que vale la pena ir aunque solo sea para tomar una cerveza en su peculiar bar.
Desde OLVEIROA como comentaba anteriormente ya en solo media jornada llegaremos a FINISTERRE y una vez allí el consejo que os doy es ir directamente al faro a ver el «fin del mundo» para luego volver al pueblo, buscar alojamiento, acomodarse e ir a ver la puesta de sol no al faro que es donde casi todo el mundo piensa que se ve la mejor puesta de sol, sino a la bella playa de «Mar da Fora « que está muy cercana al centro del pueblo y donde sin duda disfrutaréis de una bellísima puesta de sol.
En Finisterre hay varios buenos albergues y hostales. Destacar en este punto que a pocos kilometros de Finisterre (en Corcubión) dispondreis de una máginica opción de alojamiento en la casa rural » CASA DA BALEA«, esta casa está regentada por una persona muy comprometida con el camino y aparte de un excelente trato se ofrecen previa reserva a iros a buscar a Finisterre y trasladaros a la casa. Podéis ver más informacion en su web: http://www.casadabalea.com
En cuanto al transporte decir que hay autobuses diarios que cubren la ruta Finisterre – Santiago y que están más que acostumbrados a cargar bicicletas, pero se ha de tener en cuenta que solo tienen capacidad para 3 o 4 bicicletas y si hay mas de esta cantidad se puede dar el caso de que no podamos cargar la bicicleta, en tal caso para vuestra tranquilidad decir que a través del servicio de transporte de la tienda virtual del bicigrino , es posible recoger las bicicletas en Finisterre si las dejáis en nuestros puntos de recogida ( consultar a tomas@bicigrino.com) y desde allí podemos transportaros la bicicleta directamente a vuestra casa.