Muxia

Desde Santiago como colofón a nuestro camino o sencillamente como una preciosa ruta que podremos realizar en dos etapas se nos presenta la opción de ir al Santuario de la Virgen de la Barca en Muxía.

Cuando se llega a Santiago haciendo el camino, da igual por que camino hayamos llegado, si por el francés, si por la vía de la plata, si por el camino del norte … , muchos se sienten atraídos con la posibilidad de continuar hasta Finisterre o como en este caso a Muxía y la primera sensación que se te viene a la cabeza es que como hemos conseguido nuestro reto y nuestro propósito de realizar el camino nos podemos permitir la licencia y «el regalo» de acercarnos a Muxía. Que nos podemos permitir el lujo de ir bien seguro que lo tendremos bien merecido y si podemos alargar la ruta mejor que mejor, pero que sea un regalo es más bien un error. El camino es bastante duro, quebrado con constantes pendientes arriba y abajo y no está tan bien señalizado como por ejemplo el camino Francés. No será fácil llegar y tendremos que echar «el resto» para conseguirlo pero sin duda el esfuerzo bien valdrá la pena.

En la mayor parte del recorrido compartiremos recorrido con el camino que también lleva a Finisterre y no será hasta un lugar situado a unos 30 kilometros que encontraremos el desvío que nos dará la opción de ir hacia Finisterre o como es el caso que nos ocupa a Muxía. Este desvío esta muy cerca de la pequeña aldea de OLVEIROA.

Como ya queda indicado en la descripción de la etapa de Finisterre , nuestro camino hacia Muxía comienza en la mismísima plaza del Obradoiro y para tomar las primeras flechas deberemos bajar por la calle en pendiente que comienza justo delante de la fachada del Hostal de los reyes Católicos, se trata de la «RUA DAS HORTAS» y desde allí ya iremos siguiendo el trazado que nos alejará de Santiago por zonas residenciales y de chalets, aunque no tardaremos en sumergirnos en frondosos bosques de eucaliptos al poco de salir de la ciudad.

Lo lógico es realizar este camino en dos jornadas, usando el primer día de pedaleo para acercarnos lo más que nos sea posible y el segundo día para llegar a Muxía hacia el mediodía .

La etapa más lógica yendo en bicicleta para el primer día por distancia y por otros muchos condicionantes es SANTIAGO – OLVEIROA, en esta pequeña aldea hay un magnifico albergue donde nos será relativamente fácil conseguir plaza y también en el pueblo está el encantador y entrañable restaurante de AS PIAS donde podremos degustar a precios muy económicos suculentos platos de la zona, en AS PIAS también hay alojamiento en habitaciones dobles e individuales siendo uno de los lugares de mejor acogida de todos los caminos, al que vale la pena ir aunque solo sea para tomar una cerveza en su peculiar bar.

Escritos del año 572 ya sitúan el territorio de Muxía circunscrito a la diócesis de Iria Flavia. El Santuario de Nosa Señora da Barca, al que llegaban los peregrinos después de pasar por Santiago, fueron claves en la historia del lugar.

Accederemos a Muxía por una preciosa playa de arena blanca y veremos el pueblo delante de nosotros recortándose contra el horizonte y mostrándonos su singular belleza, siguiendo su paseo marítimo y su puerto , no dejando nunca la cercanía del mar a nuestra derecha, llegaremos al famoso Santuario de Nosa Señora da Barca. Sin duda la imagen que mas identifica a Muxía y que nos dejará boquiabiertos por su situación y el peculiar contraste entre el mar, las rocas y el santuario..

El santuario como edificio de culto fué construido para cristianizar un lugar donde se realizaban cultos paganos por los antiguos celtas. La primera ermita fue construida en el siglo XII y cobró gran importancia por el hecho de ser final de etapa de los peregrinos que, después de visitar al apóstol, se dirigían a estas tierras para rendirse al pie de la Virgen y contemplar las curiosas piedras en el lugar en las que, según la leyenda, se le apareció la virgen al Apóstol Santiago para darle ánimo en su intento por cristianizar estas tierras del noroeste peninsular.