El día de antes de la salida


Sábado 12 de mayo de 2007

Esto parece que va en serio…

Aquí estoy en mi casa a las 17:15 de la tarde y en lo que se podría llamar la etapa prologo.

Listo y a punto para comenzar mi segundo camino. Saldré a las 2 de la madrugada con mi amigo Andrés hacia el aeropuerto de Barcelona, para coger el avión que me dejará en Sevilla.

No me puedo quejar de la fama conseguida gracias al web. Tengo una logística impresionante y todo gracias al apoyo de tanta y tanta gente que me estáis demostrando vuestro afecto y ayuda.

Este año no soy el mismo bicigrino que el año pasado, y eso se nota y mucho. Siento como una especie de presión, como un miedo escénico. Sois muchos los que me estáis vigilando y puedo sentir vuestro aliento sobre mí. Creo que esta vez merecerá la pena para todos, lo disfrutaremos juntos.

Como comentaba antes, tengo mucha suerte de poder conocer a tanta gente a través del web y del foro. Mañana cuando llegue a Sevilla tendré a una persona que se ha ofrecido gustosamente (Salvador) a esperarme con su coche para llevarme a la catedral. Allí encontraré a Ariscal que me ayudará a salir de Sevilla, me acompañará con su bici un buen tramo de la primera etapa y también estará Jaime, un bicigrino que se me ha unido a última hora para acompañarme todo el camino, si las fuerzas, nuestros caracteres y el apóstol lo permiten. Además por si no tuviera suficiente, llevo a tres bicigrinos de avanzadilla un día por delante de mí, que me van abriendo camino e informándome de todo lo que encontraré al día siguiente. Eso es logística y lo demás son tonterías. La verdad es que no me puedo quejar. Aún no he salido y ya tengo a un montón de personas pendientes de mi aventura…

Solo me falta que me pongan un helicóptero sobrevolando mi viaje, o un satélite espía solo para mí, je, je…

Infinitas gracias a los tres, no tengo palabras para agradecéroslo.

Hoy me ha tocado despedirme de personas muy especiales, a algunas de estas personas no les gustan las despedidas (a mi tampoco me gustan mucho), me he quedado un poco con el sabor agridulce de la despedida, sabiendo que dejo atrás cosas y personas que quiero mucho. Pero no me voy para siempre, y algunos saben soportar mi ausencia en sus sueños. No me encontrarán tanto a faltar, yo por mi parte os llevaré a todos conmigo en mi camino.

Bueno mañana será un día lleno de ilusiones, por comenzar mi segunda aventura y por el encuentro con esas personas tan maravillosas. Impregnadas con el espíritu del camino que te hacen sentir otra vez inmerso en este ambiente de camaradería y compañerismo tan especial.

Esto no ha hecho más que comenzar…

Hasta mañana Ariscal, hasta mañana Salvador, hasta mañana Jaime, hasta mañana amigos…